martes, 19 de junio de 2012


LA LECTURA: UN ASUNTO DE TODOS/AS

PATRICIA ASTORGA


ABSTRACT




Es un hecho, para los padres, que el fomentar la lectura y la mejora en la comprensión lectora este relegada a la escuela. Mientras que la escuela, a su vez, atribuye la culpa al contexto familiar por la falta de incentivo y dedicación de la misma desde temprana edad. Actualmente, esta situación no es asumida por ningunos de sus miembros. El presente trabajo tiene como propósito ofrecer propuestas y estrategias para promover y potenciar la lectura dentro y fuera de los contextos escolarizados.




INTRODUCCIÓN




     " Los chicos no leen. Los estudiantes no comprenden lo que leen. Explico los contenidos, pero lo alumnos no estudian..." son algunas de las frases que se escuchan en forma cotidiana en reuniones de docentes, en conversaciones entre padres y en entrevistas realizadas a personas vinculadas con el ámbito de la educación. Sin embargo, esta situación, que preocupa a un sector importante de la sociedad, no es asumida por ninguno de sus miembros. En efecto, los padres responsabilizan a la escuela, la escuela atribuye que gran parte de esta situación es culpa del contexto familiar de los niños ya que estos pasan mucho tiempo frente al televisor o con los video games; en la escuela, generalmente, los únicos que se comprometen con la lectura son los profesores de lengua o los maestros, en la hora de lengua. Como se advierte, son varios los ámbitos y las personas involucradas en esta problemática.


       A partir de lo expuesto, surgen los siguientes interrogantes: La lectura, ¿es un problema exclusivo de la escuela? Los padres, ¿son responsables de que sus hijos no lean?
¿ Se puede despertar el gusto por la lectura en los niños y en los jóvenes?


       Con el propósito de encontrar respuesta a algunos de estos interrogantes, se diseñó la presente investigación descriptiva-cualitativa que se sustentó en la siguiente hipótesis: Los padres y los docentes pueden incentivar, en los niños y adolescentes, el gusto por la lectura y mejorar la comprensión lectora de los mismos.


        En consonancia con lo planteado anteriormente, se establecieron los siguientes objetivos:

  •  General: Demostrar a través de la información proporcionada por, al menos cuatro libros específicos, que los padres y los docentes pueden incentivar, en los niños y adolescentes, el gusto por la lectura y mejorar la comprensión lectora de los mismos.
  • Específicos: a) Describir las estrategias que pueden utilizar los padres para incentivar el gusto por la lectura en sus hijos y b) Describir las estrategias que pueden utilizar los docentes para incentivar el gusto por la lectura y mejorar la comprensión lectora de los alumnos.
        Con el fin de alcanzar los objetivos propuestos, los datos se obtuvieron en fuentes bibliográficas conformadas por obras de las siguientes autoras: Isabel Solé (1994), Cubo de Severino y otras (1999); A. Brenda, E. Ianantuoni y G. Lamas (2006); M. Condemarín y A. Medina (1999) y Alonso y Becerra Cano (1992). La información reunida se organizó en dos partes. En la primera de ellas se hizo referencia a la importancia que tiene la familia en la formación del hábito lector de los niños y se propusieron sugerencias al respecto y, en la segunda, se planteó el compromiso que tiene la escuela en la formación de la competencia lectora de los alumnos.

         Finalmente, es pertinente señalar la relevancia de este estudio ya que permitió una profundización sobre una de las temáticas nucleares para una profesora de lengua inglesa y, además, se documentó una serie de estrategias de enseñanza -aprendizaje que, en un futuro profesional, serán de gran utilidad.


PRIMERA PARTE: LA LECTURA EN EL CONTEXTO FAMILIAR


  1. CONSIDERACIONES GENERALES


      Los padres tienen un compromiso ineludible en la formación lectora de sus hijos.
El gusto por la lectura se inicia con las canciones de nanas en la cuna que generalmente son cantadas por todos los padres. Luego, continúa con la narración de cuentos durante el día o antes de dormir, pero este placer por las palabras que escucha es privilegio de algunos niños por que en muchos hogares "no hay tiempo para contar cuentos". De este modo, gradualmente, se va perdiendo ese gusto por la palabra escrita.


      Coincidimos con A.Brenda y otros cuando dice" que cuando los padres son lectores, ese tiempo se organiza solo, a la vuelta del trabajo o en el fin de semana y en las vacaciones, de modo particular". Aunque,  también,  se puede empezar junto con los hijos cuando estos son más grandes. En este sentido,  bien cabe la expresión: " nunca es tarde". Asimismo, es necesario tener presente que el gusto por la lectura no se impone con autoridad, sino que debe ser una elección, en cierta medida, libre. 


       Por ello, lo primero que necesita un niño es el "modelo lector". Alliende y Condemarín, dos investigadores que se dedican a  la lectura, sintetizan diversos estudios realizados en Estados Unidos respecto de este punto. Señalan: "Hay evidencias, cada vez más numerosas, de la necesidad de integrar a la comunidad, y en especial a la familia, en la tarea de promover la lectura entre los niños y adolescentes". Además, indican que solo la tercera parte del conocimiento que adquiere un niño puede ser atribuida a la escuela. este concepto tiene su lógica si se entiende que la cantidad de horas que el niño pasa en su hogar es mayor que el tiempo que pasa en su escuela. También estos estudios muestran que los padres que ayudan a sus hijos obtienen, ellos mismos, un significado mejoramiento en su lectura personal y que muchos padres que desean contribuir con esta tarea necesitan que se los oriente cómo hacerlo. Pero, antes de referirnos a las estrategias que pueden ser desarrolladas en el contexto familiar, traemos las palabras, de los citados autores, dirigidas a los padres: "La lectura es algo tan importante como para atribuirle la misma seriedad que la conferida a un plan de alimentación o vacunas". Las tres cosas son de naturaleza diferente, sin embargo, agregan, ".... la nutrición integral incluye el afecto y la cultura (....) cuando más baja sea la calidad de vida más hay que trabajar para construir personas y seres pensantes".




       2.  ESTRATEGIAS DE LECTURA




       En este apartado, nos referimos a estrategias puntuales que se pueden tener presente para incrementar el gusto por la lectura en el contexto familiar.


       En primera instancia, es importante tener una pequeña biblioteca, un estante, es decir, que los libros tengan un espacio, un lugar en la casa. Además, hay que tratar de que ese sitio sea un orgullo para la familia y, especialmente, para el niño. Algunas actividades que se sugiere realizar con los niños son las siguientes: visitas a librerías, ferias de libros y bibliotecas municipales. Pero, sin duda, una de las ceremonias más decisivas para que los chicos gusten de los libros es acostarlos y acompañarlos a esperar el sueño con la lectura o el relato de un cuento. Dice al respecto la Sociedad Argentina de Pediatría: " Cuando un adulto lee cuentos a los niños, brinda momentos de seguridad, tranquilidad y afecto compartido, nuevas palabras e historias, un modo de viajar con la imaginación, una manera de aprender mejor".


       Además de lo expresado anteriormente, se debe tener presente que la familia es la responsable del hábito lector de sus hijos. Cuando se habla de hábito se hace alusión a una actividad repetida, diaria; por ejemplo, el hábito de bañarse o de lavarse los dientes. Del mismo modo, el hábito por la lectura se forma día a día.


       Indudablemente, el niño que lee tendrá un mejor rendimiento escolar. Para ello, si tiene dificultades o, simplemente, si se lo quiere ayudar a mejorar su competencia lectora, se sugieren algunas actividades sencillas que se pueden realizar en el hogar:

  • Leer en voz alta, al menos cinco minutos diarios, poesías, cuentos, noticias, artículos de revistas u otro texto que le agrade al niño. El modo de lectura puede variar, por ejemplo, el chico primero escucha la realiza por el adulto y luego leo o primero lo hace en silencio y, posteriormente, lo hace en voz alta. En todos los casos, se le debe demostrar paciencia, cariño y mucha atención. Las correcciones se pueden realizar durante la lectura, si el niño advierte algún error, o una vez finalizada la misma se hacen los comentarios al respecto. Luego es conveniente realizar preguntas acerca del contenido del texto. Toda esta actividad debe ser constante y los padres son los responsables de que se cumpla diariamente.                                                                    
  • Comenzar las visitas realizadas a las librerías o bibliotecas para destacar el valor que tienen los libros. Entre otros, la posibilidad de comunicarnos a través de ellos con los pensamientos de sus autores, para saber lo que ocurrió en otros tiempos y lugares o para ayudarnos a imaginar.
  • Comentar a los niños las experiencias de lectura vividas, por ejemplo, contar el placer que se sintió cuando se escuchó un cuento o poesía en la escuela..
       
       Es motivador para el niño que todas estas actividades se realicen en un momento determinado del día al que se lo puede denominar "el tiempo de la lectura". Así, cuando ese momento llega todos saben que se debe mantener apagado el televisor, la computadora y los video juegos. 

  
SEGUNDA PARTE: LA LECTURA EN LA ESCUELA


  1. CONSIDERACIONES GENERALES

      El título del libro escrito por  L. Cubo de Severino y otras: "Leo pero no comprendo", es una síntesis de lo que expresan a diario los chicos y jóvenes a la hora de enfrentarse con un texto.

      Así como la familia tiene el compromiso de iniciar al niño en el placer por la lectura, la escuela tiene el compromiso de que los alumnos comprendan lo que leen.

       En este sentido, es importante tener presente el concepto de lectura que propone Isabel Solé para entender lo complejo que es esta actividad. La autora dice que leer no es una traducción o simple decodificación de la letra escrita, sino que es una "construcción que implica al texto, a los conocimientos previos del lector que lo aborda y a los objetivos con que se enfrenta a aquel". Por ello, se dice que leer es mucho más que reconocer letras, sílabas y palabras. Leer es comprender.

       Isabel Solé propone un modelo interactivo de lectura y Cubo de Severino un modelo cognitivo de comprensión lingüística. Ambas autoras consideran que el proceso de lectura no está centrado exclusivamente en el texto ni en el lector, sino que implica un proceso ascendente que se produce cuando el lector se coloca ante el texto y los elementos que lo componen (letras, palabras....) le dan información que él procesa en distintos niveles: gráfico, léxico, sintáctico y semántico. Y, a la vez, a través de un proceso simultáneo y descendente, en el que el lector utiliza su conocimiento de mundo y su conocimiento del texto, construye una interpretación acerca de lo que lee. Es así que la lectura es "un  proceso constante de emisión y verificación de hipótesis conducentes a la construcción de la comprensión lectora de sus alumnos.


       2.  ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA COMPRENSIÓN LECTORA DE LOS ALUMNOS


        En primera instancia, es conveniente que la escuela establezca ciertos acuerdos teóricos sobre modelos de lectura y estrategias para abordar los textos. De este modo, las actividades que los docentes realicen en el aula con sus alumnos profundizarán lo adquirido en grados.

        Uno de los modelos más difundido en las escuelas del medio es el estratégico interactivo del procesamiento cognitivo del texto propuesto C. de Severino y otras. El mismo se sustenta  en Van Dijk y Kintsch de 1983. Uno de los fundamentos principales de esta propuesta dice que el texto se va construyendo por niveles jerárquicos:  nivel léxico (de la palabra), proposicional )de las oraciones), microestructural (de la relación y coherencia local entre las oraciones vecinas), macroestructural (de la relación o coherencia global en cada párrafo y en el texto completo) y superestructural (de la relación esquemática global entre las partes o secciones en que se organiza el texto). Las autoras proponen actividades específicas para cada uno de estos niveles que pueden ser aplicadas en el aula. Es importante considerar que, uno de los textos que deben ser tratados con más profundidad en la escuela son los argumentativos y expositivos. Por ello, distinguir las superestructuras específicas de los mismos y su relación con los contenidos macroestructurales y las características específicas  que poseen en los demás niveles es una estrategia fundamental que debe ser ejercitada, constante y sistemáticamente, en el aula.

        Entre las actividades que se pueden implementar en la escuela para estimular, principalmente, el gusto por la lectura es el Plan de Lectura Silenciosa Sostenida propuesto por Mabel Condemarín. Esta investigadora sugiere dar un espacio a la lectura como actividad libre y placentera, en la institución y dentro del horario escolar. Se entiende que se debe crear un momento en que todos los miembros de la comunidad educativa se dediquen exclusivamente a leer, en forma individual y silenciosa, un material libremente elegido.


        El Resumen Informativo Semanal (RIS), también es una propuesta que puede ser realizada en la escuela en forma de proyecto. El mismo contempla la lectura de los diarios con el fin de que los alumnos se familiaricen con esa fuente de información y puedan conocer diferentes formatos textuales. El mismo consiste en leer en voz alta las noticias más destacadas del día. Además, se le puede solicitar a los alumnos que traigan comentarios, en forma oral o escrita, de los hechos de la semana que consideren más importantes.


        La implementación de Talleres de Lectura es otro modo de canalizar diferentes actividades relacionadas con el tema. Se puede: efectuar lecturas de obras literarias para ser dramatizadas y de poesías; realizar juegos en los que este comprometida la lectura (por ejemplo, leer el principio de un cuento y luego imaginar diferentes complicaciones y resoluciones de sus conflictos); leer en voz alta con distintas altura de la voz, con diferentes estados de ánimos e intenciones y que el resto del curso los interprete y anticipar el contenido de textos incluidos en diversos portadores textuales.


        Además, es muy importante implementar proyectos sobre Ciencias Sociales, Ciencias Naturales u otras asignaturas. Esta actividad coloca al niño en situaciones reales de lectura y lo incentiva a leer varios textos para encontrar la información adecuada.


        Sobre ese punto, es significativo hacer una breve reflexión de lo que dice I. Solé:
                               
              
                           Las situaciones de lectura más motivadoras son también las más reales, es                  
                    decir, aquellas en la que el niño lee para evadirse, para sentir el placer de leer,      
                    cuando se acerca al rincón de biblioteca o acude a ella. O aquellas otras en las  
                    que lee con un objetivo claro: resolver una duda, un problema o adquirir la  
                    información necesaria para determinado proyecto, para seguir unas instrucciones,  
                    para obtener información de carácter general, para aprender, para revisar un  
                    escrito propio, para comunicar un contenido a un auditorio, para practicar la lectura
                    en voz alta o para dar cuenta de lo que se ha comprendido.



        Un aporte significativo que realizan las autoras consultadas es proponer actividades concretas para los distintos momentos de una clase de lectura. En general, coinciden en que hay estrategias específicas para activar los conocimientos previos, para establecer predicción sobre el contenido del texto, para preguntar acerca del contenido del texto y, finalmente, para integrar la información.

        A modo de ejemplo, se plantean las siguientes estrategias:

  • Para la activación de los conocimientos previos
      En esta etapa, se trabaja sobre algunos temas del texto que se va a leer, como así también, sobre vocablos claves para comprenderlo. Además, se pueden realizar predicciones sobre el contenido del mismo fundadas en la superestructura, en las ilustraciones, en el título, subtítulo, autor, portador textual, fecha de edición, enumeraciones (Por ejemplo: En primer lugar....), subrayados y cambios tipográficos.

  • Estrategias de procesamiento de la información durante la lectura
      En esta etapa, se realizan estrategias relacionadas con la macroestructura del texto, por ejemplo: colocar un subtítulo posible a un párrafo y formular preguntas acerca del contenido global del texto; con la microestructura, por ejemplo: establecer relaciones de cohesión referencial entre dos o más oraciones y relaciones de sinonimia entre vocablos del texto; con la proposición ("en términos generales se dice que una proposiciónes el significado de una oración", pero en una oración compuesta pueden haber dos o más proposiciones), por ejemplo: reconocer las circunstancias en que se realizaron determinados hechos y con el léxico, por ejemplo: identificar a través del texto palabras relacionadas con el título o identificar los prefijos y/o sufijos y sus respectivos significados.

  • Procesamiento de la información después de la lectura
      Las estrategias que se proponen en esta etapa del proceso de lectura son validaspara recapitular el contenido, resumirlo,recordarlo y ampliar los conocimientos del lec-tor. Se sugiere elaborar distintos organizadores gráficos en donde se pueda visualizar 
relaciones de causa /efecto ; analogía /contraste ;de orden temporal , problema /solución.
También, se pueden realizar esquemas que reflejen la organización  del texto, es decir,
la relación que existe entre las ideas del mismo. Otra estrategia que se sugiere es la
elaboración de resúmenes. En el se revela si el lector ha comprendido un texto por que 
habrá tenido que " tomar decisiones sobre la importancia relativa de las ideas que inclu-
ye y la jerarquización  de las mismas ", Por ultimo,  se sugiere realizar la lectura critica 
del texto lo cual implica distinguir hecho de opinión, identificar el punto de vista del 
autor, evaluar la credibilidad de la fuente de información para que se tome conciencia 
de la intención, por ejemplo, de los anuncios publicitarios o la información dada por un 
personaje público.


      Finalmente, consideramos que son los temas desarrollados en la segunda y en la 
tercera parte del presente trabajo se alcanzó  el objetivo general propuesto: Los padres y 
los docentes pueden incentivar, en los niños y adolescentes, el gusto por la lectura  y 
mejorar la compresión lectora de los mismos . Lo expresado implico el logro de los 
objetivos específicos planteados: a) Describir las estrategias que puedan utilizar los pa-
dres para incentivar el gusto por la lectura en sus hijos y b) Describir las estrategias que 
pueden utilizar los docentes para incentivar el gusto por la lectura y mejorar la comprensión lectora de los alumnos.




 CONCLUSIONES 


   
      La hipótesis planteada y que orientó la elaboración de la presente monografía se 
ha podido demostrar a través de la información proporcionada por, al menos cuatro 
libros específicos,que los padres y los docentes pueden incentivar, en los niños y ado-
lescentes, el gusto por la lectura y mejorar la comprensión lectora de los mismos 


      En un principio, se planteó un breve diagnóstico, a nivel social, dado por personas 
vinculadas con la problemática de la lectura. Esta preocupación es compartida todos los 
que consideramos que saber leer es un derecho de todas las personas.


     Desde esta perspectiva y con el animo de conocer mas sobre el tema, se profundizó 
en fuentes bibliográficas para encontrar información de cómo dar una respuesta 
concreta para despertar el gusto por la lectura en los niños y mejorar su comprensión 
lectora.


     Como conceptos centrales de este estudio se ha comprendido que el núcleo familiar 
y  los docentes tienen al alcance de sus manos las herramientas para contribuir a mejorar 
la competencia lectora de los niños.


     Posiblemente, los padres sentirán que, en parte,han cumplido con su deber si sus hijos están motivados y sienten placer ante un libro y los docentes, si logran que un texto no sea una hoja llena de letras,  si no que se acerquen a ella con la convicción de que comprenderán lo que leen.




BIBLIOGRAFÍA




        BECERRA CANO, N,  Y  CHARRÍA DE ALONSO, M. E..Relaciones  alumno - maestro en la formación de lectores. La escuela y la formación de lectores autónomos.)Argentina : Aique Editor ,1992.


       BENDA, A.; IANANTUONI  Y LAMAS, G..Lectura. Corazón del aprendizaje.Argentina: editorial Bonum.,2006


       
       CONDEMARÍN, M  Y  MEDINA, A. Taller de lenguaje, Un programa integrado de desarrollo de la competencias lingüísticas y comunicativas de los alumnos de segundo ciclo básico. Santiago de Chile:Dolmen Ediciones,1999.




      CUBO DE SEVERINO, L. y otras. Leo, pero no comprendo. Mendoza: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, 2ª Edición 2000.




      Ministerio de Educación de al Nación. En linea www.sinca.cultura.gov.ar/.  ( consulta:19 de 
junio 2009).


SOLÉ, I. Estrategias de Lectura. Barcelona: Editorial Graó,1994.










     


       






          

      

               





      
   










miércoles, 13 de junio de 2012


Argentina - Política Nacional de Lectura

www.argentina.ar/_...educacion/C11869-politica-nacional-de-lectura....
18 de Abril de 2012 

Política Nacional de Lectura

Alumnos de tercer y sexto grado de todo el país participarán de distintas acciones enmarcadas en la “Política Nacional de Intensificación de la Enseñanza de la Lectura”. Entre otras actividades, la propuesta busca promover la lectura de textos científicos
El Ministerio de Edducación lanzó el preograma Política Nacional de Intensificación de la Enseñanza de la Lectura”.
El Ministerio de Educación de la Nación lanzó en un acto encabezado por el titular de la cartera Alberto Sileoni, el secretario de Educación nacional, Jaime Perczyk; el subsecretario de Equidad y Calidad, Eduardo Aragundi; la directora de Educación Primaria, Silvia Storino, y otras autoridades nacionales.

“Desde 2003, recordó Sileoni, la lectura es una política de Estado. Tenemos un Consejo Nacional, un Plan Nacional y una Encuesta Nacional, cuyos resultados se conocerán a la brevedad, que se suman a esta política de intensificación de la enseñanza de la lectura en las escuelas primarias. Alentamos esta acción en un sentido amplio: este es un gobierno que ha tomado decisiones como la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la puesta en el aire de las señales televisivas Encuentro y Paka Paka, que proponen otros caminos para la formación de lectores críticos.”

El ministro Sileoni reconoció un “problema en la comprensión lectora de nuestros chicos”, pero advirtió que los resultados del último Operativo Nacional de Evaluación mostraron “ciertos indicios de mejoramiento en los aprendizajes” de los alumnos y alumnas, muchos de los cuales pasaron de un nivel bajo de rendimiento a un nivel medio.

El programa contempla distintas líneas de acción, como el armado de propuestas trimestrales a desarrollar en todas las escuelas, con cada recurso existente (bibliotecas enviadas por la Dirección de Políticas Socioeducativas, libros del Plan Nacional de Lectura, serie Cuadernos para el aula, serie Piedra Libre, etcétera), materiales en cuadernillos y cedés, y los disponibles en la web del ministerio y del portal educ.ar.

La directora de Educación Primaria, Silvia Storino explicó que el programa busca “promover la lectura de textos científicos”, en rigor, “propuestas de enseñanza que los docentes que están al frente de los grados pueden poner en práctica sin que se requiera la presencia de expertos. “En el primer trimestre, el maestro solicita a los chicos que lean textos de divulgación científica sobre, por ejemplo, los dinosaurios o las hormigas. En el siguiente, además de leer el maestro, leen los chicos en clase, eligiendo los temas en los que quieren especializarse, y en el tercero los alumnos exponen los temas en los que se han convertido en expertos”.

Fuente: Tiempo Argentino

12/09/2008

PRESENTACIÓN OFICIAL DEL NUEVO PLAN LECTURA

La centralidad de la lectura en todos los niveles del sistema educativo es uno de los fines y objetivos pedagógicos establecidos en la Ley N° 26.206 de Educación Nacional. La lectura es la actividad intelectual que el sujeto realiza para darle sentido a las producciones escritas caracterizadas, en nuestra cultura, por su complejidad y diversidad, por el hipertexto y la multimedialidad, que hace que quien no lee se quede al margen de las decisiones de la realidad social, cultural y ciudadana cotidianas.
MIÉRCOLES, 18 DE AGOSTO DE 2010 www.pagina12.com.ar/diario/.../17-18986-2010-08-18.html
CULTURA › HOY SE PRESENTA EL CONSEJO NACIONAL DE LECTURA EN EL PALACIO SARMIENTO

Que el libro llegue a la gente

La Encuesta Nacional de Lectura será el puntapié inicial de una serie de proyectos que integrarán todas las iniciativas para acercar los libros a la ciudadanía. “No somos amantes de los convenios vacíos para las fotos”, dice el ministro de Educación, Alberto Sileoni.






 Por Silvina Friera
Goteo, insistencia y madurez. El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, se detiene en este trío de palabras que conforma la gramática de una gestión. Por primera vez se creará un Consejo Nacional de Lectura, integrado por ocho organismos gubernamentales que coordinarán acciones y políticas de Estado para la promoción de la lectura. Durante la firma del convenio –hoy a las 10.30 en el Palacio Sarmiento, Pizzurno 935– se anunciará la materialización de un viejo anhelo: la realización de una nueva Encuesta Nacional de Lectura, que arrancará con el trabajo de campo en octubre. Y se presentará, además, el nuevo sitio oficial:www.lectura.gov.ar, donde se podrá acceder al Mapa Nacional de Lectura, que reúne información sobre bibliotecas escolares, especializadas, populares, bibliotecas de escuelas que trabajan en contextos de encierro y las editoriales, librerías y periódicos digitales de todo el país, entre otros recursos. “Lo novedoso es la articulación de esfuerzos en una instancia de organización superadora que integrará a todos los programas y planes de lectura. No somos amantes de los convenios vacíos para las fotos”, dice Sileoni a Página/12.
“El Consejo permitirá articular acciones y unificar recursos. Una encuesta de lectura nos permitirá conocer cuán cerca están los chicos de los libros y la relación de los adultos con los libros”, subraya el ministro. “Hemos llegado al Consejo por maduración. Esto no se podría haber hecho en 2003. Fue un laburo de goteo, de insistencia y de madurez”, resume Sileoni. Los organismos que integrarán el Consejo Nacional de Lectura son el Ministerio de Educación –a través del Plan Nacional de Lectura, la Biblioteca Nacional de Maestros y el Mapa Educativo Nacional–, la Secretaría de Cultura –Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip), Programa Libros y Casas y Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA)–, el Ministerio de Desarrollo Social –Plan de Seguridad Alimentaria, Programa Primeros Años y Familias y Nutrición–, el Ministerio de Salud –Programa Primeros Años–, el Ministerio de Trabajo, Radio y Televisión Argentina S.E. y la Biblioteca Nacional.
No hay mejor nave que un libro para viajar lejos. Pero esa nave no tiene piloto automático. Se requiere un puñado de competencias fundamentales para manejarla. “Terminaremos la gestión distribuyendo 30 millones de libros –cuenta Sileoni–. Son esfuerzos que no tienen fin. Entre éste y el próximo año todas las escuelas secundarias estarán dotadas de bibliotecas. Creemos que es el camino correcto. Ya empezamos a distribuir tres millones de computadoras. La compu, una herramienta imprescindible, no sustituye al libro ni al docente. Bienvenida la tecnología, pero el libro es insustituible.” El ministro de Educación sabe que una pata fundamental para la evaluación serán los resultados que arrojará la Encuesta Nacional de Lectura. “No soy pesimista; es un camino de militancia, en el sentido de que hay que seguir, gobierno tras gobierno, acercando los libros. Todavía para muchos argentinos el libro es un objeto suntuoso. Y ahí tiene que estar el Estado. Son épocas para trabajar en conjunto y reconocer deudas”, admite.
Margarita Eggers Lan, directora del Plan Nacional de Lectura, pondera la creación del Consejo Nacional de Lectura, que integrará todos los planes y programas orientados a promover la lectura. “La unión de acciones potencia al Estado como promotor de la lectura”, destaca la directora. Sobre la Encuesta Nacional de Lectura señala que es “un viejo anhelo por el que venimos peleando”. Eggers Lan comenta que este trabajo, que tiene como antecedente la Encuesta Nacional de Lectura y Uso del Libro elaborada en 2001, ofrecerá “una mirada polisémica sobre la lectura”. Los resultados finales, que se presentarán el próximo año, permitirán acceder a un mayor conocimiento de la población y su relación con la lectura. Anticipa que habrá una muestra específica para la franja etaria de 0 a 6 años, especialmente en los hogares más vulnerables. “Necesitamos conocer la actitud de los padres respecto de la lectura y la de los adolescentes con las nuevas tecnologías”, precisa la directora del Plan. “Creo que se está recuperando el valor simbólico de la lectura, aunque todavía falta mucho por hacer”, admite Eggers Lan.
“La pregunta por la lectura sigue siendo uno de los mayores problemas de la cultura nacional: qué se lee, cómo se lee, qué efectos produce la lectura en las escuelas y qué planos de lecturas están en la lógica de los medios”, plantea Horacio González, director de la Biblioteca Nacional. “Los países se forman con lecturas que no pertenecen a los aparatos de divulgación escolar. El lector atemporal –que lee lo que le conmueve de cualquier época– es un lector que no está en los planes pedagógicos ni en los medios de ningún país”, reflexiona el sociólogo. “El estado de la lectura y de la lengua es una discusión formidable”, agrega González. “Es un error pensar que llegaste a la meta cuando entregás libros o lanzás un Consejo Nacional de Lectura”, advierte Sileoni. “Empezaste algo; pero hay que lograr que se cumpla. Somos optimistas. No firmamos un convenio para salir en las fotos.”


Sala de Prensa

REPÚBLICA ARGENTINA Informe especial 

Prácticas, hábitos, soportes y motivaciones de lectura

www.prensa.argentina.ar/.../11083-practicas-habitos-soportes-y-moti...EDUCACIÓN - 22 Ago 2010 Encuesta nacional en octubre

Prácticas, hábitos, soportes y motivaciones de lectura

La Encuesta Nacional de Lectura empieza en octubre próximo, en el marco de las iniciativas lanzadas por el nuevo Consejo Nacional de Lectura, integrado por los Ministerios de Educación, Trabajo, Salud y Desarrollo Social, la Secretaría de Cultura, Radio y Televisión Argentina, Educar y Encuentro.
Conocer las prácticas, hábitos, soportes y motivaciones de los distintos tipos de lectores, como así también las características de la población, es el objetivo planteado en la Encuesta Nacional de Lectura que se inicia en octubre.

“El relevamiento nos permitirá conocer cuán cerca están los chicos de los libros y la relación de los adultos con los textos”, explicó el titular de la cartera educativa nacional, Alberto Sileoni.

El trabajo, que tiene como antecedente una encuesta realizada en 2001, replicará algunos puntos para poder evaluar la evolución pero abarcará más temáticas y tendrá un universo poblacional mayor, lo cual permitirá garantizar mayor posibilidad de análisis y cruce de los resultados. 
Este año, se revelarán 3.600 casos a lo largo de todo el país, entre los que se incluyen niños de 0 a 6 años. En 2001, en cambio, fueron entrevistadas 2.400 personas de 18 años y más. Otra novedad de la Encuesta actual es que también se tendrán en cuenta las lecturas realizadas en Internet. 

En este sentido, Margarita Eggers Lan, directora del Plan nacional de Lectura del Ministerio de Educación, explicó que “la muestra específica para los más chicos responde a la necesidad de conocer la actitud de los padres respecto de la lectura, y la inclusión de la lectura en soporte digital está relacionada con el hábito de los adolescentes con las nuevas tecnologías”.

El cuestionario y las características técnicas están en la última etapa de elaboración y corrección. Durante el segundo semestre de 2010 se realizarán las tareas de campo y en 2011 se presentarán los resultados finales.


Mapa Nacional de Lectura

El Mapa Nacional de Lectura también es otra de las acciones lanzadas por el Consejo Nacional de Lectura. Se trata de un mapa navegable realizado en conjunto entre el SinCA (Sistema de Información Cultural de la Argentina) y el Mapa Educativo Nacional.

En el nuevo sitio oficial del Consejo se podrá acceder al mapa (www.lectura.gov.ar), dónde se pueden consultar la ubicación y los principales datos básicos de las bibliotecas escolares, las bibliotecas especializadas, las bibliotecas populares, las bibliotecas de escuelas que trabajan en contexto de encierro y las editoriales, librerías y periódicos digitales de toda la República Argentina.

El mapa se actualizará en forma permanente con el aporte de diversas fuentes, organismos e instituciones.

Acerca del Consejo Nacional de Lectura

Con el propósito de fomentar las iniciativas que acercan los libros a los ciudadanos, se creó por primera vez el Consejo Nacional de Lectura. Los organismos que lo integran son el Ministerio de Educación –a través del Plan Nacional de Lectura, La Biblioteca Nacional de Maestros y el Mapa Educativo Nacional-; la Secretaría de Cultura –Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip), Programa Libros y Casa, y Sistema de Información Cultural de la Argentina (Sinca)-; el Ministerio de Desarrollo Social –Plan de Seguridad Alimentaria, Programa Primeros Años, y Familias y Nutrición-; el Ministerio de Salud –Programa Primeros Años-; el Ministerio de Trabajo; Radio y Televisión Argentina; canal Encuentro; y la Biblioteca Nacional.

“La novedad es la articulación de esfuerzos en una instancia de organización superadora que integrará a todos los programas y planes de lectura”, resumió Sileoni, para luego agregar: “Creemos en un Estado presente, sensible, garante de los derechos de todos, un Estado que trabaja para que las cosas, en este caso los libros, lleguen a todos y fundamentalmente a los que menos tienen. Cuando lleguemos al fin de nuestra gestión el año próximo habremos distribuido más de 30 millones”, resaltó.








Noticias

17/08/2010

Argentina constituye el Consejo Nacional de Lectura

Por primera vez, ocho organismos gubernamentales coordinarán acciones y políticas de Estado en relación a la promoción de la lectura.
Los representantes de los Ministerios de Educación, Trabajo, Desarrollo Social, Salud, de la Secretaría de Cultura, Radio y Televisión Argentina S.E., de la Biblioteca Nacional, y la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares firmarán el convenio de creación el próximo 18 de agosto.

En el acto se presentarán además las primeras acciones del Consejo: la realización de una nueva Encuesta Nacional de Lectura que comenzará el trabajo de campo en octubre y el nuevo sitio oficial www.lectura.gov.ar donde, entre otros recursos, se podrá acceder al Mapa Nacional de Lectura, que reúne información sobre bibliotecas escolares, especializadas, populares, bibliotecas de escuelas que trabajan en contextos de encierro y las editoriales, librerías y periódicos digitales de todo el país.

Desde el Plan Nacional de Lectura los invitamos con orgullo a celebrar esta unión de esfuerzos que se consolida, después de casi un año de trabajo, en la creación formal del Consejo Nacional de Lectura de Argentina.

La firma del convenio de creación se desarrollará el 18 de agosto a las 10.30 en el salón Leopoldo Marechal del Palacio Sarmiento (Pizzurno 935, 2do piso).

Organismos que integran el Consejo

Ministerio de Educación
Plan Nacional de Lectura
Biblioteca Nacional de Maestros
Mapa Educativo Nacional
Educ.ar
Canal Encuentro

Secretaría de Cultura
Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares
Programa Libros y Casas
Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA)

Ministerio de Desarrollo Social
Plan de Seguridad Alimentaria
Programa Primeros Años
Familias y Nutrición

Ministerio de Salud
Programa Primeros Años

Ministerio de Trabajo

Radio y Televisión Argentina S.E.

Biblioteca Nacional de la República Argentina



Acerca de

QUÉ ES EL PLAN LECTURA
El Plan LECTURA del Ministerio de Educación de la Nación Argentina (Programa Educativo Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de la Lectura) fue creado por la  Resolución Ministerial Nº 1044/08, que fusionó el Plan Nacional de Lectura y la Campaña Nacional de Lectura que venían desarrollándose desde 2003, en la escuela y los ámbitos no convencionales respectivamente. Desde entonces, trabaja en todo el país para la formación de lectoras y lectores, como lo establece la nueva Ley de Educación Nº 26.206. 
En coordinación con los Planes de Lectura Provinciales, el Plan LECTURA diseña y desarrolla nuevas estrategias para mejorar la enseñanza de la lectura y volver a posicionar espacios, libros y prácticas concretas de lectura en la escuela, en la familia, en la sociedad tendientes a sembrar el deseo de leer.
En pos de alcanzar este objetivo se llevan adelante una serie de acciones orientadas a fortalecer la presencia de la lectura en la escuela y a promover el encuentro de docentes y estudiantes con el libro. Porque leer es un derecho, una llave al mundo del conocimiento. Leer conmueve, sensibiliza…abre nuevos horizontes. 
CÓMO FUNCIONA: RED REGIONAL
Con el objeto de federalizar estrategias y el diseño de políticas educativas de lectura, los 24 Planes de Lectura dependientes de los ministerios provinciales coordinan acciones junto al Ministerio de Educación de la Nación, a través de Coordinaciones Regionales, dirigidas por Margarita Eggers Lan
ACCIONES Y ACTIVIDADES QUE DESARROLLA EL PLAN LECTURA
Cruzando acciones con organismos, programas, Direcciones de distintos niveles educativos, organizaciones sociales, llevamos adelante en todo el país:
Talleres de lectura y literatura.
Visitas de autores a escuelas de todo el país. 
Capacitaciones a docentes y bibliotecarios: 
Virtuales, a través del portal Educ.ar. Cada dos meses inician los siguientes talleres diseñados por el equipo del Plan Lectura: “Juegos, videojuegos y lectura”, “Literatura y medios: puentes entre lo analógico y lo digital”, “Introducción a la lectura y la escritura de narraciones ficcionales”.
Presenciales, acercando a las escuelas de todo el país a talleristas y especialistas en lectura, escritura, lectura en voz alta, narración oral, ilustradores. 
Provisión de libros a bibliotecas escolares, a docentes, a proyectos autogestivos y a solidarios presentados por docentes y estudiantes.
Lectura en voz alta: Desde 2008, este es uno de los lineamientos principales que ha desplegado el Plan LECTURA y se ha trabajado para promover en cada provincia la recuperación de los espacios de lectura en la escuela. Hemos elaborado cuadernillos con sugerencias para la lectura en voz alta dirigida a los distintos niveles. Se propone la adopción diaria de esta práctica en el aula por parte del docente por su carácter modelar e iniciático. 
Además, contamos con la Biblioteca Estación de Lectura Ernesto Sabato, que funciona durante todo el año en la Terminal de micros de Retiro. 
La Estación de Lectura tiene un acervo de 3000 libros, desarrolla actividades de apoyo escolar, talleres y despliega acciones en las escuelas de la zona.

Con otros organismos:
El Plan LECTURA articula con todos los niveles educativos, modalidades, y diversos programas del Ministerio de Educación.
También, a través de la firma de numerosos convenios con ONGs, universidades, empresas, editoriales, y otros organismos estatales, permanentemente se llevan adelante acciones tales como concursos, ediciones de libros, campañas de promoción de lectura y difusión, etc.

HACE MÁS DE 4 MESES (27-01-12)
portal.educ.ar/.../educacionytic/.../panoramica-de-la-lectura-en-argent..(28-04-06)
HOY HABLARÉ sobre la Lectura




 Introducción  
 ¿Cual es el problema? 
 Panorámica de la lectura en Argentina 
 ¿Qué es la lectura?[ 
 El problema en los niños 
 Fomentar la lectura  
 Los jóvenes y la lectura en la actualidad 
 Algunas estadísticas 
 Beneficios de la lectura 
 Motivaciones  
                   ¿Cuál es el problema?


  ¿Cuántas novelas ha leído en su vida? ¿Cuantos  de texto completo ha estudiado? Cuántas revistas suele leer semanalmente, y cuándo fue la última vez que hizo uso de la Biblioteca local? Cuánto lee diariamente? 
  Ahora pregúntese: ¿Cuántas telenovelas ha visto en su vida? o ¿cuántas series o películas? ¿Cuántas horas de televisión ve semanalmente? ¿Cuál fue la última vez que fue al cine o a bailar? 
  La respuesta a estas preguntas seguro indicará, en la mayoría de las personas, que el tiempo no es un obstáculo para leer. Pero si acaso ha leído algunas obras ha sido porque en el colegio o universidad le dejaron una . De todas formas, si así fue, sería apropiado preguntarse cuántos libros ha leído por propia cuenta. 
  Además de su valor intrínseco, la habilidad para leer, el hábito de la lectura tiene alcances de gran amplitud. Los adultos que mejor leen son capaces de alcanzar más altos niveles y es probable que consigan puestos de trabajo mejor remunerados. 
  Sin dejar de mencionar el lado humano, individual y colectivo, la lectura es el motor de la educación por cuanto su hábito permite desarrollar no sólo la capacidad pensante, sino también tener una mayor amplitud de las cosas, un mejor sentido humano, además de agudizar el criterio y la sensatez. Es el arma poderosa de la cultura y la educación. 
  Es inconcebible desde todo punto de vista que haya profesionales que no sepan leer, o no tengan el hábito de leer. No es complicado escuchar a un profesional que tiene el hábito de la lectura y diferenciarlo de los que no lo hacen. Si bien la multimedia y los medios de comunicación se han convertido en una manera fácil de obtener la información, la lectura nunca dejará de ser utilizada por su eficacia y exactitud. 
  Pero desde las escuelas y en las universidades no se impulsa adecuadamente este hábito, que viene a ser un mecanismo tangible para reformar nuestro Continente. 



  No existe un lugar donde las personas tengan el hábito de le lectura que viva en la miseria. Sin duda, si la mayoría de ciudadanos en Latinoamérica fueran lectores, sabríamos elegir mejor a nuestros gobernantes, defenderíamos nuestros derechos con mayor eficacia, y nuestra conducta para con la familia y sociedad sería de mayor calidad. La lectura no debe de circunscribirse sólo a los escolares, o estudiantes, y/o profesionales, sino para todas las personas, inclusive para quienes realizan labores no profesionales. La televisión, y el resto del entretenimiento se han convertido en un enemigo de la lectura, pero también lo es el alto costo de los libros y obras en general. De todas formas, muchos jóvenes con poca capacidad económica han buscado recursos y medios para poder leer, y no desperdician el material que muchos teniéndolos sí lo hacen. 


Panorámica de la lectura en Argentina: 


“Si es alentador que nueve de cada diez argentinos digan que poseen libros en su casa, y que el 80% de los entrevistados confiese que les gustaría leer más, no lo es que el 42,7%, casi la mitad de la población, no haya comprado un solo libro en los últimos seis meses, ni que el 85,7% tenga la percepción que el hábito de la lectura está en baja”, resume Vicente Muleiro en una de las notas del diario. La lectura –observa Muleiro- parece acompañar el proceso de caída de los sectores medios y bajos. 

En efecto, si se compara la situación actual con la de hace diez años atrás, el 54,1% dice leer menos que hace una década, sólo un 32,2% lee más, y un 13% lee con la misma frecuencia. Entre los entrevistados que dicen leer con menor frecuencia, la mayoría son mayores de 34 años y pertenecen a los sectores medios; mientras que los que dicen leer más pertenecen a un nivel socioeconómico alto, y son menores de 24 años o mayores de 50. 



Lo anterior se vincula con la principal razón que esgrimen quienes dicen leer menos que hace 10 años, más exactamente un 84,9% de los encuestados: la falta de tiempo. Otros motivos que explican porqué no se puede leer más son el precio de los libros (10,9%), cansancio (6,8%), problemas de vista (4,0%), y otros (5,2%). 


Más allá del antagonismo de los nuevos medios (audiovisuales) y los libros 

En los últimos seis meses, el 39,2% de los encuestados dijo haber leído de 1 a 3 libros; el 15,7% de 4 a 5 libros; el 11,0% de 6 a 10; y el l5,1% más de 10. Entre los principales motivos por los que se lee, figuran el fin recreativo, seguido por estudio o trabajo, y por el interés de adquirir conocimientos. Ahora bien, quizás lo más llamativo fue que un 27,2% de los entrevistados dijo no haber leído ningún libro en los últimos meses. 

Sin embargo, los resultados de la encuesta no permiten afirmar que la cultura audiovisual, la televisión, internet, o los celulares, se encuentran entre las razones por las que este porcentaje considerable de personas no leen; antes bien, habría que buscar explicaciones entre los motivos que señalábamos antes, y principalmente en la falta de tiempo libre. Cabe recordar también que ocho de cada diez personas dijeron que les gustaría leer más de lo que leen actualmente. 

Además, el hecho de que las principales fuentes de información sobre los libros sean, después de las recomendaciones “boca a boca” y las visitas a librerías, los medios de comunicación –diarios, revistas, televisión, internet, radio y suplementos culturales, en ese orden-, obligan a repensar el rol de las escuelas en la promoción de la lectura que, como actividad epistémica, está indisociablemente unida a la escritura. 



Al respecto, Paula Carlino señalaba una serie de estudios específicos sobre este tema que afirman que en una hora el lector se olvida la mitad de lo leído. A las 9 horas, sólo recuerda el 30% de lo leído, y a la semana, el 20%. Cuando, además, el libro como tecnología, a diferencia del papiro, “deja las manos libres”, permitiendo escribir mientras se lee. 

                                                 ¿Qué es la lectura? 


La lectura consiste en el proceso de obtener y comprender ideas e información almacenada utilizando alguna forma de lenguaje o simbología. Una buena analogía la tenemos en el mundo de la computación, cuando hablamos de "leer" un determinado programa o archivo; en este caso nos referimos al hecho de adquirir la información almacenada en algún dispositivo, utilizando un lenguaje o protocolo predeterminado. 



La historia de la lectura o el leer se podría decir que comienza en la prehistoria, al representar de manera pictórica las actividades cotidianas en las paredes de las cavernas; esta se podría decir que es información "almacenada" para poder ser obtenida más tarde por otras personas. Solamente la lectura se tornó una actividad masiva hace alrededor de 150 años atrás (aunque suene increíble), cuando en la década de 1870 en Inglaterra, se asentó y estandarizó la educación como norma estatal. 

Aprender la lectura ha demostrado ser más fácil durante la niñez, usando la lengua nativa, mientras que es más difícil aprender a leer en un idioma foráneo durante la adultez. Como una curiosidad se sabe de casos de niños que han aprendido a leer por si solos, sin la intervención de una guía o educación formal; así de natural es la lectura y el leer para el ser humano; otro dato de gran interés consiste en saber que los niños que aprenden a leer a una temprana edad (para el tercer grado) tienen menos probabilidades de terminar en la cárcel o de consumir drogas, y los adultos que leen de manera regular tienen mayores probabilidades de participar en actividades artísticas, deportivas y de voluntariado en favor de la comunidad. 

Otro tema interesante consiste en la velocidad de lectura; el ritmo estimado para memorizar consiste en leer menos de 100 palabras por minuto, mientras que el ritmo para una lectura rápida y superficial bordea las 700 palabras por minuto. En la práctica, lo ideal es adaptarse a un ritmo apropiado según los objetivos personales y la profundidad del texto, leyendo más lento durante pasajes más densos o conceptos necesarios de memorizar. Algunos sistemas de "lectura veloz" que se ofrecen en el mercado pueden llevar a malos hábitos, impidiendo una comprensión profunda del texto a leer, cosa fundamental en el proceso integral de la lectura. Otro punto a considerar consiste en la iluminación; se estima que una luminosidad de entre 600 y 800 lux es la más apropiada. 





El problema en los niños: 


1. La cultura audiovisual, digital e hipervinculada es mucho más atractiva por la enorme cantidad de información y variedad que ofrece. 
2. Los padres, en general, que tampoco leen demasiado que digamos, no se constituyen como ejemplo de lectura y 
3. La escuela, como institución formadora, hace rato que no logra adecuarse al mundo moderno y sigue entendiendo la lectura domiciliaria como un hecho obligado, forzoso, academicista y aburrido. 

Vamos por parte: 

Si le preguntamos a un niño qué prefiere hacer y le damos como opciones la televisión, el mp3 o mp4, el computador, el play station o algo similar, un dvd o, incluso, los juegos del teléfono celular o bien un libro, probablemente lo último que eija sea el texto tradicional. 




Nos vienen entonces todas las complicaciones, remordimientos y hasta algunos enojos y terminamos, muchas veces, castigando a los niños. Es más, en pocas ocasiones los padres se detienen a verificar si sus hijos están leyendo o escribiendo en el pc, algo que en esta época es bastante más común de lo que pensamos. 
2. Si los niños ven que los padres leen algo más que la sección deportiva del diario o el horóscopo, probablemente les llame la atención. Si los niños ven que sus padres leen continuamente libros y revistas, tal vez encuentre que son raros. Digo esto porque muchos especialistas recomiendan leer frente a los hijos para dar ejemplo y creo, firmemente, que eso no sirve de nada en los tiempos modernos, si no va acompañado de otra acción: comentar en familia lo leído, convertir la lectura en motivo de conversación, porque eso sí le entrega valor al ejemplo y permite socializar los contenidos alcanzados a través de la lectura incuyendo entre ésta, por cierto, los libros y textos digitales. 
3. La escuela, por su parte, ha desarrollado una magnífica campaña anti lectura dando a leer textos obligatorios, generalmente aburridos y luego, casi como castigo, tomando pruebas o exámenes dificilísimos, preguntando detalles insignificantes y complicando las respuestas en demasía. ¿Qué conseguimos con esto? Convertir la lectura en una tortura doble, la de la escuela y la de la cas, porque probablemente muchos padres le dicen a los niños “¡apaga la televisión (o el PC, o el DVD, etc.) y ponte a leer!” 



¿Alguien puede encontrarle sentido a esto? 
He tenido buena acogida cuando mis alumnos eligen los textos y sobre todo cuando las pruebas o controles de lecturas son entretenidos y dinámicos. Convertir el texto leído en comics, instalar la posibilidad de intervenirlo a través de cambiarle finales, agregarle capítulos, poner y quitar personajes, modificar épocas y ambientes, dibujar un momento del relato, suelen ser buenas maneras de evaluar la lectura sin provocar temor o aburrimiento. Por cierto que es más trabajo para el docente. Pero somos profesionales. 
Otra forma de incentivar la lectura con un valor agregado enorme es el Programa de Lectura Silenciosa Sostenida, de Mabel Condemarín, cuando se aplica como corresponde, y sin los acomodos de la improvisación, funciona a las mil maravillas. 
Finalmente, los seminarios socráticos, el uso dinámico y creativo de las lecturas de los libros de texto y la combinación de estrategias de lectura con comentarios digitales, son altamente entusiasmantes para los niños. 
Por cierto, de todas estas ideas señaladas, probablemente algunas no funcionen con todos los alumnos, pero más de alguna funcionará para nuestra alegría y sorpresa. 



Fomento de la lectura
(algunas ideas para fomentar lectura en los pequeños) 


La primera: Crear en casa un ambiente de lectura. Ver al padre o a la madre con un libro o un periódico en las manos se convierte en una referencia importante del propio comportamiento. Supone además que en la familia hay ratos dedicados a la lectura a los que los hijos se pueden sumar. 



La segunda: Hablar sobre libros. Oír cómo se comenta el interés -o incluso el aburrimiento, por qué no- que suscita la novela que tienes entre manos prolonga la actividad lectora; se crea una transmisión de saberes y de comunicación muy importante para cimentar el gusto lector. 

La tercera: Leer los libros apropiados para tu hijo. Acercarse a la inmensa oferta actual de libros infantiles y compartirlos con los hijos va a suponer para muchos padres el descubrimiento de una literatura rica y variada, que proporciona momentos de conversación e intercambio con los niños. 



La cuarta: Buscar entre esta oferta temas que conecten con sus aficiones. Hay libros infantiles sobre muchos campos y dirigidos a mentalidades y edades muy variadas. No hay duda de que sobre lo que le gusta a tu hijo hay también títulos interesantes que le pueden atrapar. 

La quinta: Convertir la tele en una aliada, no en un enemigo. Si la pequeña pantalla es lo que realmente le engancha, hay que fijarse en sus programas y películas preferidos y tratar de buscar libros relacionados con su pasión. Tenemos ya garantizado un mínimo de interés. 

La sexta: Conocer la biblioteca pública del barrio. Los fondos de la sección infantil y juvenil de las bibliotecas públicas ofrecen muchos más libros de los que se puedan comprar en casa. Suelen celebrarse además actividades de animación a la lectura y encuentros con otros lectores. 

La séptima: Incluir en las salidas de compras una vuelta por una buena librería. Aunque no se compre nada, es bueno ver las novedades que han aparecido, o qué hay sobre un autor o un tema que le interesó. 

La octava: Tratar de averiguar qué tipo de lector es nuestro hijo y respetar sus ritmos. Hay lectores compulsivos, que no paran hasta que hayan terminado el libro. Los hay, en cambio, calmosos. Hay lectores a quienes les gusta releer el mismo libro y los hay ávidos de novedades. Los hay noctámbulos y diurnos. Darle un margen a su manera de leer contribuye a consolidar el hábito. 



La novena: No empeñarse en que le guste lo mismo que a sus padres. Hay que recordar que se está forjando su gusto por la lectura, no el de papá y mamá. Y hay que saber esperar para dar los libros adecuados en el momento oportuno. 





Los jovenes y la lectura en la actualidad: 


No es que los chicos no lean, sino que leen otras cosas, en otros lugares, con otros fines y de otra manera. Podrán leer menos libros, pero no leen menos, subraya Morduchowicz directora de Educación y Medios del Ministerio de Educación de Argentina, quien junto con Bahloul, participó en dos seminarios: La lectura en el mundo de los jóvenes, ¿una actividad en riesgo?, que comenzó el miércoles anterior en el Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas en la Torre II de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México(UNAM), organizado por la maestra Elsa Ramírez. 



El otro se realizó el jueves y viernes con el tema Una mirada al desencuentro con la lectura, ¿por qué los jóvenes se alejan de los libros?, en la librería Octavio Paz del Fondo de Cultura Económica. 
Mi posición, dice Morduchowicz en entrevista, “está muy lejos de los que se alarman y los apocalípticos que piensan que la lectura peligra y que está desapareciendo. 
“Yo me inscribo en la posición de que los chicos de hoy no leen menos que los de antes: leen otras cosas, en otros lugares, con otros fines y de otra manera. Podrán leer menos libros, pero no menos. 
“La llegada de Internet demuestra claramente que los chicos leen porque buscan, por ejemplo, información sobre un grupo de música o alguna actividad en especial; necesitan leer para ingresar en un blog o en un sitio web, o para crear su propio blog; ahí no sólo leen, sino también escriben, aunque efectivamente lo hacen de manera distinta.” 
Mucho se habla de la competencia entre los libros y el mundo de pantallas en el que vivimos, añade la autora de El capital cultural de los jóvenes. Es cierto que los chicos de hoy, los que tienen menos de 18 años, nacieron en un mundo mediático y tecnológico muy diversificado. Nacieron en un mundo de pantallas, y esto no significa que ese mundo destruya o minimice la lectura, son otras maneras de leer. 
Esta es una generación multimedia no sólo por la oferta mediática a su disposición, sino por esa variedad de medios de los que disponen y por el uso simultáneo de medios y tecnologías. 
Sin embargo, Roxana reconoce que existe el temor por la lectura entre los jóvenes, porque no se les ve con un libro en las manos, “porque la lectura está legitimada socialmente por el libro. Cuando alguien te pregunta qué lees, no contestas: blogs, historietas, sitios web, revistas, diarios; todo mundo está pensando cuál fue el último libro que leyó, como socialmente se suele asociar la lectura con el libro, todo mundo se alarma porque podría ser que se leyeran menos libros. 
“De cualquier manera no es culpa de los medios, no hay responsabilidad de las pantallas, porque cuántos chicos –son millones– en el mundo leyeron Harry Potter, Crepúsculo o Narnia a partir de que vieron las películas. 
Un buen uso de las pantallas puede promover la lectura. También está comprobado en Argentina y el mundo que los chicos que miran menos horas de televisión por día no leen más libros porque usan el tiempo para otras cosas. 



Su propuesta es esta: que los planes de lectura, no sean Plan de Lectura o Programa Nacional de Lectura, sino de lecturas, en plural. “La ‘s’ habla de una pluralidad de textos no de un texto único que es el impreso. 
Ahora, cuando decimos que vivimos en una sociedad multicultural no es por la diversidad de razas, etnias o religiones, sino porque es una sociedad donde conviven la cultura oral, escrita, audiovisual y la hipertextual o digital. Con esas culturas viven los chicos. Hay que enseñarles a manejar esos múltiples lenguajes y escrituras. La lectura no es sólo libro y no es sólo en singular: es lecturas, al igual que escrituras. 
Lo impreso ya no es soberano 
Joel Bahloul, catedrática del departamento de Antropología de la Universidad de Indiana, destacó en una entrevista por separado que si bien vivimos en un mundo multimedia, creo firmemente en la relación física con los textos, con los libros. Al enseñar a los jóvenes a leer tiene que haber una relación física con los libros, lo impreso importa en el ambiente, en la forma en la que socializan esencialmente. 
En Estados Unidos algunos fenómenos relacionados con la lectura son la existencia de blogs, donde los jóvenes lectores, entre 12 y 19 años, escriben acerca de lo que leen, recomiendan libros, entablan debates (una de estas páginas es www.goodreads.com); otro es que en las librerías puede verse que la mayoría de los libros están escritos para las adolescentes y que las escritoras son mujeres. Casi no hay libros para hombres en esa edad. 
Bahloul, autora de Lecturas precarias (FCE), expresa: “Vivimos en una época multimedia, pero mi generación, la que está ahora en el poder en el mundo cultural y educativo, no creció con eso, y ahora tenemos dificultad para cambiarnos a este mundo en el que lo impreso ya no es soberano. Sin embargo creo que el libro va a seguir teniendo mucha importancia como objeto impreso, porque en estas redes sociales de lectores como goodreads el libro es el rey y la llave. Leer un libro es la clave secreta para ingresar”. 
Ni siquiera la llegada de los libros digitales o dispositivos como el Kindle marca el fin del libro. Estamos en una transformación en esta relación entre los jóvenes y la lectura. Hay un cambio definitivo, inmenso, en la forma en la que nos comunicamos. Lo cierto es que los jóvenes leen, no sólo libros, pero leen. Leen de una manera diferente, el mundo imaginativo es diferente. 





Algunas estadisticas: 

Se ha analizado la asociación entre hábitos lectores y cinco factores que, según otros estudios, podrían estar relacionados con ellos: sexo, nivel de estudios de los padres, situación socio-económica familiar, hábitat y rendimiento académico. De estas variables, sólo se ha encontrado relación estadísticamente significativa con tres: sexo, nivel de estudios de los padres y rendimiento académico. 

1. Las mujeres leen significativamente más que los hombres. Las diferencias en hábitos lectores entre varones y mujeres están muy marcadas: así, el 44% de las chicas son lectoras frecuentes mientras que sólo lo son el 27% de los chicos de esta edad. 

2. El nivel de estudios de los padres influye significativamente en los hábitos lectores de los jóvenes. De tal forma que los hijos de padres con estudios universitarios tienen una mayor probabilidad de ser lectores frecuentes o muy frecuentes, mientras que entre los hijos de padres sin estudios hay un alto porcentaje de no lectores. 

3. Rendimiento académico y hábitos lectores son factores fuertemente asociados. Los alumnos y alumnas que más leen son también los que mejores calificaciones han obtenido el curso anterior, algo que ocurre tanto cuando se considera la calificación media global como la puntuación en la materia de Lengua y Literatura. A partir de estos datos, obviamente, no se puede concluir cuál es la causa y cuál la consecuencia en esta relación, aunque probablemente existe una mutua interrelación. 

La relación entre los tres factores mencionados y los hábitos lectores es directa. Así, por ejemplo, si se analiza la relación entre los hábitos lectores y el rendimiento académico del adolescente, controlando el nivel educativo del padre, se comprueba que ésta sigue existiendo . 

Sin embargo, no parece haber relación entre el hábitat y los hábitos lectores, ni entre éstos y la situación socio-económica familiar. Esta independencia entre factores no parece darse entre los lectores adultos, y puede ser debida a la influencia compensatoria que reciben los adolescentes en esa edad por parte de los centros educativos. 

PREFERENCIAS LECTORAS 

Los adolescentes españoles de ambos sexos prefieren las obras de terror, de aventuras, de misterio/espionaje y de humor. Más del 50% de los encuestados afirma que le gusta bastante o mucho ese tipo de obras. Por el contrario, menos del 20% hizo una afirmación análoga respecto a las obras de literatura clásica, historia/política, biografía/autobiografía y ciencia y tecnología; siendo éstas las obras que ocupan el otro extremo en sus preferencias. 

(Resulta interesante contrastar este dato con la relación de obras recomendadas por los docentes que aparece al final de este trabajo). Aunque coinciden en ciertos temas. los gustos literarios de los chicos y de las chicas tienes aspectos diferenciales. Así, mientras que ellos prefieren los libros de aventuras y de humor, ellas optan por los de terror y románticos. Los estereotipos de género se verifican en parte en los gustos lectores: la poesía y las obras románticas sólo son preferidas por las mujeres y los libros de ciencia/tecnología y salud/deportes sólo por los hombres. 

Los jóvenes seleccionan libros, básicamente, porque les atrae el tema: el 70% opina que ése es el factor fundamental a la hora de escoger una lectura. Por el contrario, no parecen verse influidos por el autor, la portada, ni por que esté de moda. Sólo uno de cada tres parece hacer caso de las recomendaciones, bien sean de sus profesores y profesoras, amistades o familias, sin grandes diferencias entre estas influencias. Una vez leído el libro, para la mayoría de los jóvenes es la trama el aspecto que más contribuye a su valoración final. Otros elementos también valorados son su fácil comprensión (el 48% defiende que así es) y los protagonistas. Por el contrario, parece importar menos el lenguaje y, sobre todo, la extensión del texto. 

La gran mayoría de los jóvenes termina los libros que inicia: el 76% de ellos afirma que finaliza los libros siempre o bastantes veces, mientras que apenas un 7% no los suele finalizar. Cuando esto ocurre, suele ser porque les aburre (para el 55% de los jóvenes ése suele ser el motivo), porque no les gusta el argumento (40%), por el estilo (29%) o porque no se comprende (28%); otros motivos de menor peso son porque es demasiado largo (27%) o porque tiene la letra excesivamente pequeña (13%) 

Los padres influyen 

El 62,5% de los encuestados dijo haber recibido la influencia de los padres para incorporar el hábito de la lectura a su vida.

Un 20,8% fue influenciado por algún docente; el 10,4% por un amigo y el 6,3% por algún familiar. 

La información precedente se relaciona con la existencia de biblioteca en la casa de los jóvenes: el 77% de los entrevistados declaró tener biblioteca y de éstos el 76,6% tiene biblioteca propia y el 24,3% tiene biblioteca familiar, es decir que sus libros se incorporaron a los de sus padres. 

Dónde leen los jóvenes 

El 30,4% de los encuestados concurre a bibliotecas de sus universidades, colegios o públicas con cierta frecuencia, especialmente en épocas de exámenes. El 69,6% generalmente no asiste a bibliotecas, salvo cuando necesita estudiar un tema especial para sus exámenes. 

 

Es importante el porcentaje de jóvenes que compra libros: 84,8%. Esta cifra coincide con el alto porcentual de bibliotecas particulares que vimos antes. No obstante, también recurre al préstamos entre amigos (8,7%) y al préstamos de bibliotecas (6,5%). 



Beneficios de la lectura: 

Leer ficciones sirve para dilatarse, para ensancharse, para darnos experiencias que jamás tendremos, para ampliar nuestra vida y para hacernos creer que esa existencia efímera que es la nuestra se prolonga vicariamente y a cada instante en otros individuos y en otras situaciones. Leer sirve para frenar la muerte y para contener el miedo, esas insidiosas amenazas que están siempre presentes. Quien ha leído, quien ha frecuentado novelas y vidas, narraciones y avatares de otros, ha conseguido burlar esa existencia breve que el azar le da, porque un minuto de su vida es varios y distantes, multiplicados y distintos. Ha dialogado con muertos y con vivos, con seres reales y con caracteres imaginados, ha conversado con contemporáneos y con antepasados, sin que barreras temporales ni espaciales le detengan. Quien ha leído ha emprendido viajes para los que no hay fronteras ni nacionalidad ni lenguas, visitando un mundo posible que es más ancho y más secreto que el que le rodea efectivamente, porque ese mundo de ficción es populoso y alberga todos los mundos y quimeras que lo preceden. Cuando un escritor inventa un espacio de ficción para nosotros incorpora consciente o inconscientemente todas las narraciones que la humanidad se ha dado y en sus páginas resuenan todas las voces de héroes y villanos que nacieron en la imaginación copiosa de otros autores. Vean, si no me creen, lo que como prodigio acaece en las novelas y en los relatos cortos de Manuel Talens o de Antonio Muñoz Molina. 

Nuestro interior es una polifonía constante, una interpelación de hablantes en los que nos desdoblamos y una conversación infinita de antepasados, de muertos, de espectros, incluso de seres inanimados y ficticios que hablan por mediación nuestra. También la novela que leemos es polifónica, como dijera Mijaíl Bajtin, pero no sólo porque haya personajes que pugnen por hacerse oír o por hablar burlando la tiranía del narrador, sino porque en cada enunciado se contiene la historia secreta y pública de los hombres, las palabras que desde antiguo se han pronunciado, se han repetido, se han dicho miles, millones de veces, y que sin saberlo volvemos a emitir. Al leer una narración consumamos un libro, lo actualizamos y le damos vida y alma a lo que simplemente era un artefacto material, un objeto inerte hecho de pulpa de papel y de tinta. Sin embargo, ser autor tiene más prestigio que ser lector, y a este último tendemos a verlo como un paciente destinatario que parece conformarse con entender lo que se le dice y con seguir obedientemente lo que el escritor ha urdido para él. Al autor le atribuimos la originalidad, el genio y la creación, la capacidad de rehacer lo que ya estaba dado o de inventar lo que nadie antes ideó. ¿Es efectivamente así? ¿Podemos concederle en exclusiva al autor esa tarea tan eximia que es la de reemplazar a Dios, edificando un mundo que antes no existía? En realidad, el novelista vuelve a reescribir esas voces que otros ya pronunciaron y que ahora parecen efectivamente nuevas, pensadas e imaginadas para mí, ese lector que aguarda el milagro de un relato que da sentido y orden al mundo. La tarea del destinatario es, pues, decisiva, porque de él acaba dependiendo que ese artefacto llamado libro se vivifique, que cobren vida esa pléyade de personajes que transitan entre sus páginas y en las que dirimen sus existencias y sus incertidumbres morales. Desde ese punto de vista, leer es un arte, un modo de incorporar lo que no está, una manera de crear lo que sólo es potencial o implícito. Porque, efectivamente, aun cuando una novela tenga cientos de páginas, en un libro no está todo. Parte del mundo representado o reproducido está omitido, es elíptico, entre otras cosas porque ni quiera el autor es capaz de informarnos de todo cuanto lo compone, porque es incapaz de crearlo o de describirlo por entero para nosotros. Nos necesita, pues. Necesita a un lector activo y voluntarioso, dotado de intuición, de experiencias y de olfato, que rellene lo que no está o está simplemente aludido, que cubra los espacios vacíos, que dé perfil y volumen a personajes tan sólo mencionados o nombrados, que complete acciones y que conceda valor moral a lances y peripecias de otros. Leer, pues, es un trabajo y un empeño, una tarea no remunerada en la que nos obstinamos sin recompensa material. 

Pero, además de esfuerzo y de composición, leer tiene otros pagos y otros beneficios y nos procura otras satisfacciones. Como sabemos desde antiguo, leer sirve para narcotizarse sin efectos secundarios, evitando, por ejemplo, una realidad que nos niega o que nos hostiga o que amenaza con dañarnos. Quien se ha entregado con fruición y con exceso al deleite de las ficciones no añora el mundo exterior, no envidia la aventura real que acelera el pulso y el riesgo cierto que lo lleva al borde de la muerte, ahíto como está de experiencias, de paraísos artificiales y de infiernos virtuales. Leer, en efecto, sirve para recorrer un espacio potencial, abundantemente poblado por tipos odiosos y por personajes entrañables, por monstruos y por ángeles o, mejor, por ángeles en los que anidan monstruos y por bestias en cuyo interior es probable que se albergue un ser bondadoso. Fíjense, por ejemplo, en Raskólnikov, el personaje de Crimen y castigo. En esa novela que tantos han leído y conocen se nos cuentan las tribulaciones y zozobras de un estudiante que reside en San Petersburgo y que trata de auparse por encima de la miseria en la que vive. Raskólnikov, el menesteroso, está obsesionado por la libertad a la que tendría derecho el hombre cultivado y superior que cree ser. Un acto, un solo acto, define y cambia su vida, transforma su existencia y le lleva a la tortura interior, a la vergüenza y la imposibilidad de reparación. Decide asesinar a la usurera que le procura algo de dinero y, convencido de su meta, consuma el crimen. Desde ese mismo día, Raskólnikov vivirá su propia persecución y su yo se le convertirá en un juez implacable, en una aguda y cruel conciencia de sí mismo que le torturará sin descanso. El delirio y el temor a ser descubierto lo acecharán hasta hacer de él casi un despojo humano, un deshecho de degradación y de dolor. Como ustedes saben, no acaba aquí la novela, por supuesto. Hay una pesquisa policial y hay un vagabundeo errabundo del propio Raskólnikov. Pero eso, lo que viene después, lo que acaece y lo que se deja implícito, lo que corroe la conciencia y lo que le lleva a confesar, lo dejo a ese lector activo que no se conforma y que interviene dando sentido y con ello incorporando lo que el narrador no da, a ese lector que se evalúa tomando al personaje como hechura posible de sí mismo, un compendio de sus propios y probables sentimientos homicidas que no quiere ejecutar en la vida real. 





En resumen te doy 10 razones: 



1. Despertás tu imaginación.



2. Mejorás tu comprensión de lectura.



3. Acrecentás tu vocabulario y disminuimos las faltas de ortografía.



4. Aprendés de ti mismo.

5. Conocés épocas y lugares remotos.



6. Enriquecés tus valores.



7. Te volvés un joven más interesante.



8. Gozás de una buena salud mental.

9. Incrementás tu capacidad de análisis.



10. Tenés más temas de conversación con personas de negocios o amigos.

 




Motivaciones de la lectura