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| "¡QUÉ SON LAS PALABRAS ACOSTADAS EN UN LIBRO? ¿QUÉ SON ESOS SÍMBOLOS MUERTOS?. NADA ABSOLUTAMENTE.
¿QUÉ ES UN LIBRO SI NO LO ABRIMOS?
ES SIMPLEMENTE UN CUBO DE PAPEL Y CUERO, CON HOJAS; PERO SI LO LEEMOS OCURRE ALGO RARO, CREO QUE CAMBIA CADA VEZ"
Sabemos que leer es un proceso complejo que requiere de una serie de condiciones específicas para que se produzca la comprensión. Una de ellas es la motivación (las otras están relacionadas con la concentración, memoria, vocabulario, velocidad o fluidez, estrategias, conocimientos previos, salud, etc.). La motivación es esa fuerza que nos mueve o nos lleva a realizar algo -o como dirían los psicólogos- es lo que genera nuevos comportamientos.
Esta motivación puede ser intrínseca o extrínseca; en el primer caso es el impulso provocado por el mismo sujeto que generalmente es consecuencia de la variante afectiva o emocional, es decir, la acción a realizar está asociada con sentimientos agradables o placenteros. La otra -la motivación extrínseca- se da cuando el impulso que nos lleva a realizar una determinada actividad o comportamiento es el resultado de una situación externa, ajena a nuestra propia voluntad, pero -como vemos- es lo que influye en nuestro actuar.
Un niño que lee un texto porque le pareció que era interesante y se entusiasmó con la lectura y lo vemos leyendo con placer y atención es un ejemplo de motivación intrínseca; mientras que otro chico lee porque tiene una evaluación al día siguiente o porque sus padres se lo exigen o le han ofrecido un regalo, es el caso de la motivación extrínseca.
El lector ideal debería tener una motivación intrínseca y la educación primaria debería tener como uno de sus principales objetivos desarrollar esta capacidad durante los seis años que demora este nivel y si aun resulta insuficiente, tenemos la educación secundaria con cinco años más. El lector motivado ha sido estimulado durante su escolaridad, incluso desde antes y el rol de la familia también juega un papel importante en ella.
El lector motivado no le tiene miedo a la lectura porque ha conceptualizado al acto lector como una oportunidad agradable que le permite conocer nuevas experiencias y, por otro lado, no se choca con el obstáculo de la comprensión porque seguramente ha desarrollado otras habilidades lectoras y en ellas la familia y las buenas profesoras deben haber influido mucho, definitivamente.
El lector no motivado se ha creado una serie de ideas distorsionadas sobre la lectura; piensa que leer es difícil, aburrido, agotador, no divertido, no gratificante, estresante, incomprensible, insoportable, cosa de enfermos, pérdida del tiempo, etc. Este tipo de lector si lee lo hace por obligación, pide que le lean el texto, busca resúmenes en la red y siempre está buscando una justificación para no leer. Es lógico que carezca de otras habilidades lectoras y seguramente la familia hizo poco al igual que los docentes.
En las actividades lectoras el profesor es el principal referente de la motivación y para ello es sumamente importante:
- Que el docente sea un lector permanente y que a través de sus acciones muestre su placer por la lectura, pues siempre tendrá a la mano un libro diferente del cual hará comentarios en el momento oportuno; el profesor es el modelo y sus discursos sobre la lectura siempre serán creídos.
- Que los textos que van a leer los alumnos ya deben haber sido leídos por el docente y por ello mismo es el motivador extrínseco más importante para el alumno, en consecuencia, es todo un publicista y especialista en marketing para que su niño o niña empiece la lectura hasta terminarla.
-Que las evaluaciones no necesariamente deben ser cuantitativas y por eso no es bueno, al comienzo, saturar al lector potencial con una serie de actividades o tareas pesadas que lo único que va a generar es confirmar sus ideas distorsionadas sobre la lectura. Se puede evaluar cualitativamente y registrar las actitudes positivas como: trae su libro, mientras lee muestra concentración, se ríe de vez en cuando al leer, comenta situaciones del texto con sus compañeros, se interesa por otros textos del mismo autor o del mismo tema, etc.
- La recompensa por leer debería ser una fiesta en donde los niños son felicitados a través de directivas, anuncios, perifoneo, y qué se yo, pero ellos deben sentir que leer no es poca cosa sino todo lo contrario: leer es lo máximo.
Claro que se pueden hacer otras mil cosas más para que nuestros niños accedan a la universidad o instituto con una competencia lectora que les asegure una formación y profesionalización verdaderamente integral porque la lectura, además de ser el proceso que más se relaciona con la educación, es también el humanismo per se.
Gracias por leer
La velocidad lectora se mide en función de las palabras leídas en un minuto. Esta velocidad lectora permite una descodificación automática y todo ello se logra a través de un entrenamiento tanto físico (a nivel ocular) y mental.
El entrenamiento visual abarca una serie de ejercicios para estimular los seis músculos que dirigen el movimiento de nuestros glóbulos oculares y de esta manera podemos aprender a leer ampliando nuestro campo visual y en poco tiempo resulta fácil hacer fijaciones que abarquen dos o más palabras sin que ello nos lleve a perder detalles grafemicos de los vocablos.
El Entrenamiento mental es la otra cara de la misma moneda. Nuestros ojos perciben grupos de palabras de una sola fijación y como si fuera una cámara fotográfica dirigen esta información mediante el nervio óptico hasta la región occipital del cerebro en donde cientos de neuronas procesan la información y se produce la comprensión o construcción de significados.
Sin este entrenamiento leemos de la manera tradicional, o sea, miramos una sola palabra (o un segmento de ella) y la señal es llevada al lóbulo occipital para que muy pocas neuronas procesen la información y se genere la comprensión si antes no hubo desconcentración y se tenga que volver a leer.
Con el entrenamiento es fácil leer comprensivamente decenas de páginas y uno se siente bien al recoger la información valiosa de los textos.
Sin el entrenamiento leer es sumamente tedioso y se realiza por obligación.
- Entonces, ¿quieres entrenar tus ojos y tu mente?
- Es fácil: haz un curso de lectura veloz o búscate un programa gratuito del mismo en internet como los que aparecen en esta página y empieza a potenciar tu competencia lectora.
El Rey convocó a todos los jóvenes solteros de su reino para ofrecer la mano de su única hija llamada Boria. La convocatoria atrajo a cientos de muchachos deseosos de casarse con la bella princesa y heredar la corona del viejo rey.
Todos los casamenteros lucían hermosos y costosos trajes; joyas de enorme valor que brillaban en sus manos, muñecas, cuellos y en sus vestimentas. El rey ordenó que se reúnan en el salón de juramentos porque les iba a decir algo.
-Estimados, súbditos, como sabéis he decidido otorgar en matrimonio a mi hermosa hija y quién sea elegido será mi sucesor inmediato porque tengo una enfermedad mortal que no me va a permitir vivir algunos años. Deseo que mi hija tenga un esposo inteligente y que mi reino sea gobernado por el hombre más sabio. Quiero que cada uno de ustedes me diga, ¿qué es lo que hace sabio al hombre?, y la mejor respuesta os hará rey y marido de mi hija.
Los jóvenes pretendientes empezaron a pensar y pensar, y según eran llamados iban dando las razones de sus respuestas . Habían desfilado ya más de doscientos pretendientes y ninguno de ellos había podido convencer al rey.
El enfermo y astuto monarca había escuchado respuestas que enaltecían la filosofía y a sus mejores exponentes de la antigüedad y de la Edad Media, también se habían referido a la astrología, física, química, botánica, literatura, historia, religión, economía, estrategias militares, etc., pero como dijimos esos temas tampoco satisfacían la inquietud de rey.
Al día siguiente siguiente terminó las entrevistas y nadie fue escogido para "gobernar" la vida de la princesa ni del pueblo. El rey decepcionado se dirigió a una de las ventanas del palacio para contemplar su querido reino del cual -según él mismo- pronto partiría por su extraña enfermedad; sintió ganas de llorar, de gritar, de maldecir, de quitarse la vida en ese mismo momento, pero de pronto se dio cuenta de que a unos diez o quince metros de su palacio donde había una gran plazuela, se encontraba un hombre leyendo plácidamente un libro a pesar del infernal calor del mediodía.
El rey escoltado por sus soldados se dirigió al hombre que leía y mirándolo unos segundos le dijo:
-¿Qué estáis leyendo?, acaso no sientes que el Sol derrite tu cerebro.
El hombre respondió con mucha cortesía:
-Mi querido rey, no hay mejor actividad mental en la vida del hombre que supere el acto de leer. Leer significa darle sentido a nuestra vida porque a través de él podemos conocer el pasado y el presente y, en consencuencia, nos da una visión amplia de lo que vendrá en el futuro.
El rey, sorprendido, habló en un tono más tranquilo:
- Y, ¿desde cuándo lees?, buen hombre.
La respuesta fue casi inmediata:
- Desde pequeño...
Entonces, el monarca, levantando la voz dijo:
¡¡¡Ya tenemos un nuevo rey!!!
FIN
sábado, 10 de septiembre del 2011 a las 06:25
HISTORIA 1
- Papá, desaprobé el examen de Historia...
- Pero, hijo, por qué no estudiaste; tenías toda la tarde de ayer para leer.
- Lo que pasó es que me dolía la garganta y por eso no pude leer.
HISTORIA 2
- Pepito empieza a estudiar para tu examen, así que ponte a leer en voz alta que te voy a estar escuchando.
- Está bien papá, empezaré a leer (aunque no comprenda nada).
- Muy bien hijo, debes leer bien para que comprendas todo (mientras tanto yo veré la tele).
En la gran mayoría de estudiantes de los niveles primario y secundario (incluso el universitario) la lectura de estudio es considerada como un proceso necesariamente verbal como si fuera la única manera de leer para comprender. La lectura oral no es la mejor opción para estudiar porque además de estar asociada a la lectura memorística implica una serie de procesos innecesarios que sí se pueden justificar cuando la naturaleza de la lectura lo exija.
Leemos en voz alta cuando tenemos al frente a una o más personas que nos están escuchando, por lo que nuestra lectura oral tiene un destinatario o receptor dispuesto a escucharnos. Este tipo de lectura es de carácter social, comunicativo, además de poner en acción a nuestros órganos del habla (más por su función, que por su naturaleza no innata) lo cual implica procesos físicos y fisiológicos que no se dan en la lectura silenciosa o exclusivamente mental.
Estudiar en voz alta genera fatiga bucal, cansancio, aburrimiento, y se vuelve repetitiva dejando el análisis y la síntesis en el abandono por lo que va a estar orientada al aprendizaje memorístico el cual puede funcionar y quizá el alumno pueda obtener una buena nota, pero ese tipo de conocimiento nunca va a generar una inclusión en las estructuras mentales previas y no van a resultar significativos pues a los pocos días no va a recordar nada y es como si nunca hubiera estudiado.
Pero tampoco, podemos culpar a los alumnos de esta forma tan medioeval de estudiar, pues en casi la mayoría de los colegios se le da más prioridad a la lectura oral. Incluso se dice que aquel alumno que no articula adecuadamente las palabras; omite, aumenta o invierte el orden de las sílabas, NO SABE LEER, así comprenda perfectamente el texto. O sea, saber leer escapa al acto comprensivo por la articulación y entonación perfectas.
Leer en silencio me permite ser rápido en la lectura y más rápido aún en la relectura; podré encontrar las ideas más destacadas a través del análisis que funciona mejor al tener las partes del texto a mi entera disposición y concluir a través de la síntesis producto de la relación significativa entre los párrafos que también los tengo identificados.
Y si a todo lo anterior le sumamos estrategias metacognitivas como el subrayado, el sumillado y anotaciones y la elaboración de organizadores visuales, entonces, el proceso comprensivo podría ser positivo y eficaz debido a que la lectura abarca una serie de estapas y elementos que aparentemente no son necesarios pero que influyen en una buena comprensión.
Fomentemos la lectura en silencio y desterremos esa vieja idea de que nuestros hijos deben leer en voz alta (para que nosotros podamos escucharlos y creer que somos buenos padres) para estudiar y obtener mejores notas, cuando -como señalé- podrán tener notas aprobatorias, pero eso no va a garantizar el aprendizaje de los contenidos señalados para su formación.
Gracias por leer
viernes, 09 de septiembre del 2011 a las 07:06
Es muy conocida la expresión popular :"El mejor amigo del hombre es el perro". ¿Es verdad?, o, ¿acaso el libro es el mejor amigo del hombre?
-¿Qué es lo que hace un amigo verdadero por ti?
-Te ayuda a levantarte cuando caes, te da buenos consejos, te brinda su apoyo, se sacrifica por ti, se hace presente en los momentos más difíciles, su experiencia te la comparte y sobre todo: no espera ningún tipo de retribución.
Entonces, en la disyuntiva entre el perro y el libro, ¿quién es tu amigo?
El perro podrá ser el mejor compañero o acompañante incondicional que pueda tener el hombre, pero no te puede dar consejos, no te puede levantar, tampoco puede compartir su amplia experiencia, además de que su propia existencia es corta; en cambio el libro sí cumple con todos esos requisitos que enmarca la verdadera amistad.
Los mejores amigos son los libros: no te piden nada, no te miran mal, no reclaman, no hablan mal de ti a tus espaldas, no te roban ni intentan llevarse a tu pareja, envejecen con nosotros por que nunca nos abandonan, por el contrario, somos nosotros los que los abandonamos.
Los libros son buenos y generosos y su razón de ser somos nosotros los lectores. ¿Qué hubiera sido de la humanidad sin aquellos hombres y mujeres que han entregado su única vida al estudio y a la investigación científica? Pues, seguramente aún estaríamos en lucha constante con muchos animales y entre ellos el perro.
Hoy encontramos una gran variedad de textos que le podrían dar solución inmediata a cientos de problemas que enfrenta el hombre, pero qué necios somos a veces y no le consultamos porque creemos que nuestro mal no tiene cura. Nada más falso, pues los libros nos pueden ayudar y sacarnos de las profundidades.
Actualmente el libro tiene nuevos formatos como el digital que está a nuestro alcance y no cuesta casi nada, pero vaya nuestra necedad de ignorarlo o cambiarlo por las nuevas tecnologías que no te dan "amistad", sino más bien "aletargamiento con diversión".
Si tienes un problema o sencillamente no lo tienes, de todas maneras busca el consejo y el conocimiento a través de nuestro amigo: EL LIBRO
Gracias por leer
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